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Es uno de los peligros de la democracia directa, que tus votantes no calculen bien las consecuencias de sus votos y a la larga se arrepientan de lo que han escogido. Sin embargo, eso también es uno de los peligros de la democracia representativa cuando eliges a Pedro Sánchez, que negocia libremente con ERC y tú acabas saliendo perjudicado.

En ambos casos toca aguantarse porque, este año, más que nunca, no se admiten devoluciones. Es obligación del votante, siempre y en cualquier circunstancia, hacerse cargo de las consecuencias de su voto. Si confías en tus representantes perfecto y si no lo haces haber delimitado el marco de actuación, antes de nada.

Pedro Sánchez se ha unido a la Orquesta Mondragón: ¡Viajen con nosotros si quieren gozar!